Ser no es un privilegio, es una disciplina
Sobre bajar al trastero y descubrir lo que tienen en común las personas victoriosas
Ayer abrí unas cajas, contenían dosieres de las primeras personas que vinieron a mi consulta cuando me mudé a Mallorca. Bajé esas cajas de unos estantes. Fue la mañana después de la noche que conocí a Cuca Casado. Nos leíamos mutuamente y estaba pasando unos días en casa de mi amiga Olga, así que organizamos un buen conciliábulo, habíamos hecho un buen acopio de un salmón ahumado exquisito, caldo recién hecho, aceitunas y un pan italiano que desapareció sin dejar rastro en el plato. Olga dijo que había fresas pero con el fuego encendido y tanto de lo que hablar, las debió degustar en el desayuno.
Cuca trabaja con casos muy complejos, como el de hijos que quedan a la deriva absoluta por el daño de heridas familiares y colectivas ancestrales y la caradura de un gobierno que bonifica el mercadeo del dolor como quien premia a un ratón en un laboratorio.
Cuando nos despedimos, me dijo: espero tus Cartas cada domingo, son un bálsamo para mí.
Claro, con la gravedad con la que ella lidia mis cartas deben ser una brisa, pensé.
Así que esta carta va dedicada a ti, Cuca, cada uno luchamos desde nuestra trinchera. Pero hay trincheras y trincheras.
*Gracias por leerme.
Volviendo a esta mañana, hoy estuve filtrando centenares de carpetas porque, literalmente, no me cabían.
Mientras ojeaba esas páginas repletas de confesiones, historias, caídas y resurrecciones fue inevitable regresar a lo vivido y recordar. Al volver a aquellas sesiones desde un despacho distinto y con diez años de por medio el horizonte se amplió y fui hilando todo lo que tienen en común eso que llamamos personas de éxito. No tiene tanto que ver con las cosas buenas que les pasan, el reconocimiento profesional o el cumplimiento a pies juntillas de sus objetivos, sino con la gestión que hacen de las cosas menos buenas.
Todos atravesamos retos, estratosferas vertiginosas, noches demasiado largas y desiertos, pero no todos salen de allí renacidos aunque queden cicatrices.
Los que regeneran su vida con sus propias cenizas son personas que…